Se me había olvidado por completo que aún me quedaba por publicar la entrada correspondiente a la última ciudad que visitamos: Liverpool.
Al llegar nos llevamos una impresión bastante mala; después de 4 horas de autobús desde Londres nos bajamos en una explanada que no daba muy buen rollo. Tras echar un ojo al mapa que teníamos nos encaminamos hacia donde se encontraba nuestro alojamiento. Serían las 11 de la noche, cada vez nos alejábamos más del centro de la ciudad y nos adentrábamos en barrios con una pinta un tanto marginal: casas con ventanas tapiadas, otras medio derruidas, polígonos en los que si has visto las suficientes películas te empiezas a temer lo peor... Pero bueno, nosotros seguimos caminando hasta que llegamos a la dirección que nos indicaba el mapa. Tras llamar a la puerta del sitio en cuestión nos abrió la puerta un señor inglés en bata y con los ojos totalmente rojos de haberse despertado para abrirnos. Tras preguntarle si el albergue era efectivamente esa dirección, este curioso personaje nos (más bien me ya que era yo el que había picado) si pensábamos pagar en efectivo varias veces; aquí fue cuando empecé a pensar que este tío no tenía hotel ni nada y que nos quería cobrar por meternos en un cuarto cualquiera de su casa. Al final resultó que sí que era un albergue; nos metió en nuestra habitación, sin darnos llave ni nada, y allí pasamos nuestra primera noche en Liverpool, atemorizados porque el pomo de la puerta empezase a girar de un momento a otro y tras abrirse la puerta apareciese el señor en bata esgrimiendo un cuchillo... o algo peor. Debería dejar de ver tantas pelis jajajaja.
Liverpool no está tan mal como nos pareció en nuestra primera impresión; una ciudad industrial bastante gris sin mucho que ver la verdad. Aunque merece la pena por entrar en el mítico Cavern, ese bar que todo el mundo querría tener en su ciudad.
Justo el día que fuimos había un tributo a John Lennon
Un saludo!
Recién salidas
Onda Longa
Este fin de semana nos fuimos con los tablones a cuestas a Galicia, más concretamente a la ría de Betanzos donde tuvo lugar el esperado Onda Longa. Para los que no lo conozcáis, Onda Longa es una quedada bianual (jajaja) en la que se congregan tabloneros para surfear la ola que se forma en la ría cuando en el resto de playas el mar está desfasado.
Este es el panorama que vimos de la que íbamos.
Ya se que hice pocas fotos, pero estaba demasiado ocupado pasándomelo bien jajaja.
Un saludo!
PD: Ya llevo 200 entradas, menuda locura! menos mal que no tengo que soltar esta parrafada en todas jajajaja.
Llegamos a nuestro destino a eso de las 6 y media; noche cerrada, lluvia y bastante frío. Así que nos metimos en el bar a esperar que llegase todo el mundo. Más tarde pudimos disfrutar de películas de surf y el concierto de los Hoochiemamas, un grupo gallego que suena estupendamente bien. Después de estar armándola un rato en el bar nos fuimos a sobar impacientes por surfear al día siguiente.
La mañana del domingo nos despertamos y salimos disparados a mirar la ría. Yo creo que no pudimos tener más suerte; según avanzaba la mañana el sol iba saliendo dejándonos una temperatura de lo más agradable, así que cogimos las tablas y al río!
No hay palabras para describir la experiencia de surfear esta ola de río, cada segundo de la interminable remontada hasta el pico mereció la pena. No había cogido unas olas tan largas en mi vida, no sabría decir el tiempo que estuve sobre ella, pero fue la de dios! jajaja
Resumiendo, que lo pasamos de puta madre y vivimos una experiencia increíble. Muchas gracias a la organización y a todos los que hicisteis de este un viaje tan cojonudo.
Este es el panorama que vimos de la que íbamos.
Ya se que hice pocas fotos, pero estaba demasiado ocupado pasándomelo bien jajaja.
Un saludo!
PD: Ya llevo 200 entradas, menuda locura! menos mal que no tengo que soltar esta parrafada en todas jajajaja.
Surf Hero Challenge
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