En ese momento no sabía aún la que le esperaba a este valiente. En esta ola tuvo la mala suerte de que se le rompió el invento. La tabla quedó totalmente destrozada contra las piedras y el muro; y él pudo salir con la ayuda de otro churfer que entró a sacarlo cuando ya estaba cerca de la orilla. No me imagino lo mal que lo tuvo que pasar para llegar hasta la orilla desde donde se le rompió el invento. Me pasa a mí y no lo cuento jajaja.
Algunas de las fotos que hice al principio tuve que descartarlas debido a la neblina de salitre levantada por las olas.
Un saludo!