Cuando salimos de clase por la mañana tuvimos suerte, en cuanto llegamos a casa de María se puso a llover, y con ganas. Ya me veía volviendo a casa a nado.
Un pececito que se debió de equivocar en alguna rotonda y acabó en la arena.
Cojo la cámara y ya me creo un artista jajaja.
Y por último yo posando un poco para las cámaras jajajaja.
Salú.