Marina y yo seguimos descubriendo playas de la costa cantábrica, esta vez nos acercamos hasta la playa del Silencio en Cudillero.
Tras bajar por un caleyo lleno de baches que parecía que no llegaba a ningún lado aparcamos a un lado del camino como pudimos y bajamos hasta la playa rodeados de una espesa niebla. Al principio no podíamos ver prácticamente nada, así que esperamos un poco hasta que la niebla se fue disipando y empezó a salir el sol para dar un paseo por las rocas de la playa. Con el calor que hacía y la buena pinta que tenía el agua nos dimos un baño; hacía mucho que no me bañaba en unas aguas tan frías, estaría a unos 14 grados como mucho, aunque esto no nos impidió repetir a última hora de la tarde.
Una playa muy bonita en un rincón apartado y tranquilo, si tuviera olas sería perfecta jejeje.
Estas vistas me recuerdan mucho a Parque Jurásico...
Gracias a mi modelo favorita por atravesar las gélidas aguas para llegar a esa roca y poder hacer la foto jejeje.
Y este es el negativo de esa mima foto una vez invertidos los colores y volteada la imagen horizontalmente. Es una de la ventaja de las polaroids en blanco y negro, que puedes escanear el negativo directamente.
Un saludo!