Últimamente no tengo mucho tiempo ni ganas de afotar, la universidad me está consumiendo la energía vital jajaja; pero los días que apetece intento aprovechar y hacer el mayor número de fotos que puedo, si hay algo que merezca la pena fotografiar que tampoco es cuestión de ir derrochando fotos...
Ahí van las últimas, estoy muy contento con el resultado:
Una tabla rota en el Mongol
Esta la hizo una compañera de afición que se esta empezando a enganchar al mundillo de lo analógico jeje.
Salú.